En la brecha que existe entre Cancún y Playa del Carmen, se encuentra este pequeño oasis llamado Puerto Morelos, antiguo pueblo de pescadores que mira hacia el mar Caribe y no solo eso, si no también hacia el Gran Arrecife Maya, catalogado como el segundo arrecife más grande del mundo y Reserva Natural protegida.
Una gran diferencia entre las demás ciudades como Cancún y Playa del Carmen, es que aquí las playas han crecido casi 10 metros de manera natural.
Para aquellas personas que disfrutan del sonido del mar y la paz que ofrecen las playas, este es el destino ideal, pues debido a que es un parque nacional no se permite ningún tipo de vehículo con motor dentro del mar. Por lo mismo, los visitantes pueden nadar sin temor al igual de que no existe ni ruido que no sea natural ni olores desagradables.
Solo brisa, mar sol y arena, aún así puedes disfrutar del buceo, esnorqueleo, kayak’s y el favorito de muchos el windsurf. Además este puerto se encuentra dentro de la ruta de los Cenotes.
El pueblo está compuesto por casas de playa y hoteles boutique, lujosos que van desde 1 estrella hasta 5 diamantes.
La comida en la zona es variada y tradicional de Yucatán, aunque para los turistas las opciones no son muy variadas, porque la mayoría de los restaurantes son para la gente local, algunos de los mejores son en mi opinión: John Gray’s Kitchen, La Suegra de John Gray, Hola Asia, Pelícano’s.
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